La mañana del domingo, logicamente, será más tranquila. Si preferís, podéis dar una "vuelta" por Alcazar y verlo con la luz del día, desayunar y empezar con la última etapa del viaje.
En dirección a Puerto Lápice, nuestro primer destino, pasando por Herencia, nos adentramos en un puebo inmortalizado por Cervantes al convertirlo en el escenario literario donde fue armado caballero D. Quijote de La Mancha. Algunas de las Ventas son hoy su mayor atractivo turístico, la Posada de Dorotea Jiménez es mencionada por Azorín en su Ruta de D. Quijote o la espaciosa Venta de D. Quijote, construida en el siglo XVIII y reformada en el presente.
En el cerro llamado de la Sierrecilla se han reconstruido dos molinos de viento que dan al conjunto una nota pintoresca.Otros lugares a visitar son la Parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo, de estilo renacentista con elementos neorrománicos. De la misma época se conservan algunas casas de estilo popular y connotaciones eclécticas. Desde la carretera se divisan galerias de color almagre, tienen dos y tres alturas, en el centro una noria, con todos los elementos de las antiguas norias manchegas.
Abandonamos Puerto Lápice y nos dirigimos a Madridejos, pueblo que encuentra sus raíces ya en época romana. Pasear por Madridejos es encontrarse con su imponente iglesia parroquial del Salvador, la Casa de las Cadenas, el Molino del Tío Genaro...y descubrir así un lugar cargado de historia y tradiciones.
Abandonamos Madridejos y nos dirigimos al último lugar que visitaremos en este fin de semana, Consuegra. Visitar Consuegra es conocer un pueblo cargado de tradiciones manchegas. Sus molinos de viento, perfectamente conservados, es el testimonio de un pueblo que quiere conservar las tradiciones y se preocupa por que así sea.
Un pasado medieval y de tradiciones arraigadas durante siglos. Su patrimonio monumental, con plazas, iglesias y ermitas, adorna sus calles tranquilas y aderezan un paseo por el pueblo. La subida al Cerro Calderico es obligatoria y perfectamente identificable desde lejos, con sus molinos de viento, algunos visitables, y el castillo medieval. Hemos estado en la antigua Consaburum romana.
Terminamos esta escapada manchega, que sin lugar a dudas os habrá hecho disfrutar. No olvidéis que hay muchas otras rutas que pueden acometerse en la zona, ésta, es solo un de ellas.
Y solo recordar, precaución en la carretera. El regreso también es bonito.
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